domingo, 13 de septiembre de 2009

Y en un acto desesperado todo se desvaneció en la nada… no puedo parar pensó. Su cabeza iba a mil por hora, no podía detenerla… las ideas fluían a toda costa, era un torbellino de maldad acurrucado en un pequeño lugar del infinito. Era la nada y era todo. No podía seguir así, pero su mente era más poderosa. Incluso más poderosa que el mismismo infierno. Un infierno encantador, pero doloroso, peligroso… Un infierno del que solo unos pocos logran escapar. Y su mente, su mente es más fuerte, pero la atrapa y no la deja escapar, la asfixia hasta su último aliento. La venció y ahora es polvo de lo que alguna vez fue o quiso llegar a ser pero ya no es, fue derrotada. Su rostro se cubrió de lágrimas de fuego, ardor… ya no siente, ya no vive. Espera una respuesta, espera conseguir fuerzas, pero no puede… ya no puede.

No hay comentarios:

Publicar un comentario