domingo, 26 de septiembre de 2010
28 de septiembre de 2008
Miradas cómplices, extrañas, fuertes. Miradas sin palabras y con mucho decir. Miradas seductoras, frágiles, cobardes, intimidantes. De repente tu mirada se clava en mí y ya no tengo más que decir, un juego de sonrisas y muecas sin sentido empiezan a surgir en mi cabeza. Es como si me hubiera dado un golpe fuerte que me tira hacia atrás, pero no, sigo en el mismo lugar intentando descifrar lo que tus ojos me quieren decir, intentando comprender tus mensajes, tu sentir. Me quedo muda, ciega, atontada… hiciste magia? Decime donde está el hada o la bruja que contrataste porque las necesito no solo para entenderte, sino para entenderme a mi misma y tal vez para encontrar un hechizo que me haga sonreír por más de 5 segundos seguidos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario