Por suerte logro salir de a poco del abismo que tanto me costó salir. Lágrimas de felicidad y tranquilidad recorrieron mis ojos y me despejaron la vista. Ya puedo ver mejor, un futuro con un camino y una vida que por más piedras que tenga de por medio, me deja seguir adelante. Acepto el camino empedrado y sigo con todas mis fuerzas, porque puedo y porque quiero. Ya nada ni nadie me va a hacer recaer en el infierno del que pude salir. La vida es linda y tiene cosas para disfrutar, solo hay que aprender a caminar sobre las angustias y aceptar las derrotas, porque somos seres humanos, y los seres humanos, se equivocan. Equivocarse sirve, te ayuda a pensar, a recapacitar y a aprender a pensar antes de actuar. Te ayuda a crecer y a sentir. Simplemente te ayuda a vivir.