lunes, 19 de julio de 2010

Verdad sobre las mujeres, lo escribió un amigo, da para pensar ♥

Por lo general es muy común comprobar que las metáforas idealizando a la mujer abundan en todo tipo de artes. Desde la pintura, pasando por la literatura, la escultura, y demás, hasta la música. Se pintan y esculpen diosas griegas que representan la máxima expresión del deseo, y se escriben hermosos relatos acerca de cómo son capaces de volver locos a los hombres, de hacer caer un imperio con sólo decir una palabra, con tan sólo un gesto, con una mirada. Miles, miles, miles, y miles de hombres murieron en Troya, de acuerdo a la mitología… por una mujer. Miles, miles, miles, y miles de marinos enloquecieron y divagaron hasta la muerte por los encantos de una sirena… de una mujer… Los escritores se esfuerzan por encontrar formas más hermosas, encantadoras y, hasta, celestiales de describirlas, y las comparan con el primer rayo de sol de un amanecer, con el calor del sol, con la misteriosa luna, con una hermosa y tierna flor, con todo tipo de hermosos y majestuosos animales. Y aún así, siempre saben que se quedan cortos. Saben que una mujer es indescriptible, puesto que todo puede describirse por su apariencia, pero aquella descripción, estará incompleta. Uno debe intentar describir lo que eso genera al verlo, al sentirlo, al tocarlo, al profundizar en ello. Y allí es donde todos los escritores fallan. Allí es donde la pintura y la escultura se quedan cortas. Sólo la música, mediante hermosas melodías, puede acercarse, pero tan poco como uno puede acercarse al sol estirando el brazo al cielo. Pero esto no es casualidad. No es una deficiencia en estos artes. Es una virtud de la mujer. Ella genera sentimientos y emociones en un hombre, tantas, y tan variadas, en un período de tiempo tan corto, que no sólo son imposibles de describir, sino que representa una tarea infructuosa el solo hecho de tratar de identificarlos a todos ellos. Hasta el hombre más habilidoso y carismático puede quedar como un completo idiota frente a las habilidades seductoras y románticas de una mujer. Cada fino movimiento de las pestañas, cada inclinación de la comisura de los labios, cada giro de los ojos, cada inclinación de la cadera, puede rendir a cualquier hombre a sus pies.
Por supuesto, hay algunas que no entienden esta capacidad que tienen, o la olvidan. Las que no la entienden, se introducen plástico en el cuerpo para parecer más voluptuosas, se inyectan elementos sintéticos para darles firmeza, volumen, suavidad, se cortan y estiran partes del cuerpo, y sufren todos los días un hambre voraz, porque por todo eso, un habilidoso comerciante, les paga una buena cantidad de dinero, mientras él embolsa una aún mayor. Y uno las mira en las revistas: Tetas grandes, culo grande, piernas chiquitas, torso diminuto, costillas al aire, pómulos huesudos, labios gruesos, algo más similar a hilo de coser que a pelo colgándoles en posiciones extrañas de la cabeza, y por supuesto, la infaltable cara de “Quiero cogerme varias veces a todo aquel que mire esta foto”. Esas mujeres no entienden. ¿Hacía falta eso? Puedes quitarle todo, ABSOLUTAMENTE TODO lo que esa mujer hizo, y eso la volverá aún más atractiva. Pero eso no sería un problema en sí mismo, si no causara el otro inconveniente: las restantes, olvidan, y tan sólo una pequeña porción mantiene el conocimiento de que son, en cuanto a los hombres se refiere, omnipotentes. Y las que olvidan, entonces, quieren ser como las mujeres robóticas. ¿Para qué, chicas? ¿Quién les dijo que necesitan ser así para ser aún más tierna que la más tierna flor? ¿Quién les metió en la cabeza que no son más hermosas que el más hermoso amanecer? ¿Cuándo fue que se convencieron de que no son más brillantes que la más brillante estrella? ¿Cómo es posible que crean que no son más majestuosas que el cisne más majestuoso? ¿Por qué no se dan cuenta de que son más importante que cualquier otra cosa, por más importante que sea aquella? ¿Qué es de la vida de un hombre sin una mujer? ¿Por qué motivo saldría a trabajar todas las mañanas? ¿Con qué fuerza encararía su vida sin una mujer a quien amar? ¿Cuánto tiempo soportaría la miseria y angustia del mundo sin poder refugiarse en sus tiernos y amorosos brazos? ¿REALMENTE olvidaron eso? Creo que es tiempo de que lo recuerden, todas… No son gordas, no son feas, no son petisas, no son caderonas, son simplemente lo más hermoso que existe. A nadie le importa si están despeinadas, si no están maquilladas, si no están bien vestidas. ¿Por qué podría ser importante eso si con una mirada pueden ponernos bajo un hechizo tan grande que nos hace olvidar todo lo demás? Muchas veces, su hermosura es comparada con las estrellas. Deberían pensar, entonces, en las etapas que atraviesa una estrella en su vida. Se va desarrollando desde que se juntan los componentes químicos que permiten la reacción nuclear que le da su hermoso brillo, aumentando lentamente de tamaño y cambiando sutilmente el color de su poderosa y radiante luz. Finalmente, en un momento, colapsa, explota en una supernova, y toma uno de dos caminos. Se convierte en un agujero negro que absorbe toda la materia a su alrededor, o en una enana blanca, fría y sin brillo, imperceptible de lejos, pequeña e insignificante. ¿Por qué no dejan de colapsar? Son hermosas cuando brillan en todo su esplendor, no cuando pretenden disminuirse. Por favor, no dejen de brillar. No exploten. No dejen de darnos calor. Lo necesitamos. Necesitamos verlas. Necesitamos admirarlas. Necesitamos acariciarlas. Necesitamos besarlas. Necesitamos amarlas. Son todo lo que tenemos, ya que todo lo que hacemos, lo hacemos para no perderlas.

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