domingo, 20 de noviembre de 2011

Siempre me dijeron que en la vida hay que correr riesgos y que es necesario tomar decisiones para llegar a conseguir algo. Me dijeron también que hay que enfrentar los miedos de frente porque evitarlos solo logra el efecto contrario y estos no se alejan sino que quedan en el tiempo aturdiendo la cabeza como el sonido de un reloj marcando los minutos. Me dijeron estas cosas y muchas más que podrían enseñarme a vivir y a lograr marcar la diferencia, sin embargo, no siempre me resulta fácil aceptar y luchar por ciertas cosas. No es el miedo, o tal vez sí, es algo que no tiene mucha explicación, debe ser que la vida es así. No me gusta y al mismo tiempo me encanta porque voy descubriendo cosas diariamente que no conocía, aparecen situaciones a las que quizás en otro momento no hubiera podido tolerar. No sé qué va a pasar en unos segundos, ni mañana, ni pasado, ni dentro de un mes, pero las cosas que pasan y aparecen me sorprenden. Ya sea para bien o para mal, las sorpresas están ahí esperando, apareciendo… creo que la vida no pasa por planear, se pueden tener ideas, es algo necesario tener objetivos para no quedarnos estancados en el tiempo, pero así mismo también es necesario dejar que las cosas fluyan , dejar sorprendernos aunque el miedo nos comprima y nos produzca ansiedad. Lo nuevo asusta, pero muchas veces lo que trae termina siendo mejor de lo que imaginamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario